Respuestas a preguntas sobre la marca de la bestia

Respuestas a las preguntas sobre la marca de la bestia 

25 de junio de 2021 
Instituto de Investigación Bíblica 

El Instituto de Investigación Bíblica de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha recibido varias preguntas sobre la posición de los adventistas con respecto a la marca de la bestia y su relación con la observancia del domingo, la condicionalidad de la profecía bíblica y las declaraciones sobre estos temas en los escritos de Elena G. de White. 

Las siguientes preguntas resumen las principales inquietudes que nos han planteado, las cuales han sido respondidas brevemente. 

1. Si ni el sábado ni el domingo se mencionan explícitamente en el libro de Apocalipsis, ¿cómo puede implicar que la marca de la bestia sea un día de culto (adoración) o una ley que exija la observancia del domingo? 

La marca de la bestia se menciona siete veces en el Apocalipsis (13:16, 17; 14:9, 11; 16:2; 19:20; 20:4). Cuatro de esas apariciones se encuentran en la parte central del libro (capítulos 12–14), la cual está introducida por una visión del arca del pacto que contiene los Diez Mandamientos (Apocalipsis 11:19). El pueblo remanente de Dios es identificado como aquellos que “guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús” (12:17). Inmediatamente después, Juan describe dos bestias que persiguen a la iglesia de Dios: una que sube del mar (13:1) y otra que sube de la tierra (13:11). La primera bestia ordena una adoración falsa y su actividad persecutoria se asemeja a la del “cuerno pequeño” de Daniel 7, que “pretenderá cambiar los tiempos y la ley” (Daniel 7:25) y persigue al pueblo de Dios durante 1.260 días (Apocalipsis 13:4, 8). La conexión con la profecía de Daniel muestra que la adoración falsa implica un intento de cambiar los “tiempos” de Dios y la ley de los Diez Mandamientos. El único mandamiento de los diez que hace referencia al tiempo es el cuarto, que ordena santificar el séptimo día: el sábado. Históricamente, el intento de cambiar el día de adoración fue perpetrado por el papado, el poder romano que venera el domingo como día de descanso o adoración en lugar del sábado bíblico. El hecho de que la segunda bestia de Apocalipsis 13, que representa al protestantismo apóstata, ejerce la misma autoridad que la primera bestia (v. 12) y coopera con ella para imponer la adoración falsa, muestra que el domingo será una marca distintiva importante de quienes adoran a la bestia y su imagen. Esto contrasta claramente con el pueblo remanente de Dios, que “guarda los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (14:12). La obediencia de este pueblo incluye la santificación del séptimo día, ya que atienden al llamado a “adorar al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (14:7; cf. Éxodo 20:11). Aquellos que pertenecen a este grupo recibirán el sello de Dios (Apocalipsis 7:4; 14:1), mientras que los que rechazan ese llamado, reverenciando el domingo como día de descanso y aceptando la autoridad de la bestia, son descritos como parte de Babilonia; por lo tanto, reciben la marca de la bestia (14:8–11). La prueba final, entonces, será acerca de la adoración verdadera o falsa: una adoración basada en la obediencia a la ley de Dios, que incluye el sábado, o una adoración en un día establecido por el ser humano: el domingo. 

2. ¿Cuál es el número de la bestia y cómo se relaciona con la marca de la bestia? 

En la Biblia, el número de la bestia aparece en Apocalipsis 13:17, 18. Este pasaje dice: “para que nadie pudiera comprar ni vender, sino el que tuviera la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, calcule el número de la bestia, porque es número de hombre [anthrōpou, ‘de un ser humano’]; y su número es seiscientos sesenta y seis”. 

La Iglesia Adventista no tiene una posición oficial sobre este asunto, aunque existen dos posiciones principales entre nosotros respecto al número de la bestia, el 666 de Apocalipsis 13:17, 181. Algunos interpretan este número como una referencia enigmática al título papal en latín Vicarius Filii Dei, pero no se nos informa explícitamente que 666 sea la suma del valor numérico de las letras de ese título. Otros lo interpretan como un “triple seis”, que indicaría una trinidad satánica. Algunos señalan que la frase “es número de hombre” (13:18) podría traducirse como “es el número de la humanidad”, es decir, de los seres humanos alejados de Dios. Este número, en consecuencia, simbolizaría la intensa rebelión contra Dios y la total independencia del ser humano. En el texto griego, sin embargo, se lee literalmente 600 + 60 + 6, no tres seises o un “triple seis”. 

Reconociendo esta cuestión, muchos adventistas siguen relacionando el número de la bestia con el título Vicarius Filii Dei, y recientes investigaciones han aportado buena evidencia histórica para vincular el 666 con ese título papal y comprenderlo mejor que antes. En cualquier caso, existen muchas evidencias tanto textuales como históricas que permiten identificar a la primera bestia de Apocalipsis 13 con el papado, independientemente de cómo se entienda el número 666. 

3. En la Biblia hay profecías condicionales e incondicionales. En ese contexto, ¿cómo pueden entenderse los escritos de Elena G. de White? ¿Puede una interpretación ser condicional si la profecía apocalíptica es incondicional? 

Las profecías clásicas del Antiguo Testamento se concentran especialmente en la época y en el contexto histórico del profeta, aunque también pueden incluir una perspectiva más amplia y cósmica que se extiende hasta el “día del Señor” del tiempo del fin (véase, por ejemplo, Isaías 2:12; 13:9; Joel 2:21). Las profecías clásicas, al estar en un contexto de pacto entre Dios e Israel, contienen elementos condicionales cuyo cumplimiento dependía de la respuesta de Israel (véase Deuteronomio 28). Al igual que los profetas canónicos, los testimonios de Elena G. de White relacionados con individuos e instituciones pueden tener solo una aplicación local y condicional, ya que su cumplimiento dependía frecuentemente de la respuesta o decisión de los involucrados. No obstante, al igual que las Escrituras, los principios subyacentes tienen una aplicación continua. Por otro lado, las descripciones de Elena G. de White sobre el tiempo del fin deben entenderse en un contexto escatológico fundamentado en la profecía apocalíptica de la Biblia y en las visiones que ella misma recibió de parte de Dios. Estos mensajes proféticos explican la profecía apocalíptica, que por su propia naturaleza es incondicional y se enfoca en la resolución del gran conflicto cósmico. Ya que los mensajes proféticos de Elena G. de White reflejan el contexto del tiempo del fin, y no el contexto local de la época en que fueron escritos, deben entenderse como profecías incondicionales, al igual que las profecías apocalípticas de Daniel y Apocalipsis, que fundamentan la perspectiva profética de Elena G. de White. 

4. Con el paso del tiempo, ¿cambió Elena G. de White su posición sobre el papado y el protestantismo con relación a la marca de la bestia? 

No hay ningún cambio real en las declaraciones de Elena G. de White sobre este asunto. Para entender sus declaraciones posteriores, es útil observar las anteriores. La primera declaración de Elena G. de White sobre el catolicismo y el protestantismo como poderes perseguidores es de 1850. Con base en Apocalipsis 13 y 17, el papado es descrito como “la madre de las rameras” y los protestantes como “sus hijas” y como “la bestia con dos cuernos”. Se describen varias fases de la persecución: 1) el “día… pasado” del papado se refiere a los 1.260 años de supremacía papal cuando persiguió al pueblo de Dios; 2) los protestantes, en armonía con el mensaje del segundo ángel (Apoc. 14:8), también comenzarían a perseguirlos. Es evidente que Elena G. de White no consideró que la obra persecutoria del papado hubiese terminado. Esto queda claro en los párrafos siguientes, que indican fases adicionales de la persecución: 3) las iglesias protestantes, junto con la Iglesia Católica, se levantarían contra quienes “guardan el sábado e ignoran el domingo”, y 4) la Iglesia Católica prestaría su influencia a los protestantes en los Estados Unidos con el objetivo de destruir al pueblo de Dios.2 Claramente, según Elena G. de White, los católicos y los protestantes se unirán durante un periodo considerable de tiempo para perseguir al pueblo de Dios. 

La siguiente declaración sobre este asunto, publicada en 1884, desarrolla la declaración inicial de 1850. Además, aclara que el enfoque en el pasado con respecto al tiempo del papado se da para mostrar que el mensaje del segundo ángel (“¡Cayó, cayó la gran Babilonia!”; Apocalipsis 14:8) se refiere específicamente al protestantismo apóstata: “La Palabra de Dios nos enseña que estas escenas [de persecución durante el período de supremacía papal] han de repetirse cuando los católicos romanos y los protestantes se unan para exaltar el domingo”.3 

En conclusión, la posición de Elena G. de White respecto al papado y a la observancia del domingo como día de adoración permanece vigente. Las declaraciones posteriores, incluidas aquellas encontradas en las diversas ediciones de El conflicto de los siglos, son una ampliación de su primera declaración y no un cambio de postura. Por ejemplo, en 1900, ella escribió: “Cuando llegue la prueba se manifestará claramente qué es la marca de la bestia: es la observancia del domingo”.4 

5. ¿Los adventistas del séptimo día siguen afirmando el escenario del tiempo del fin presentado en los escritos de Elena G. de White? 

En armonía con la referencia al testimonio de Jesús actuando al final de la historia del mundo (Apocalipsis 12:17), los adventistas del séptimo día reconocen a Elena G. de White como mensajera del Señor y continúan afirmando que sus escritos fueron dados a la iglesia remanente como una guía inspirada para los últimos días, y que son especialmente útiles para la comprensión de las profecías bíblicas relacionadas con los acontecimientos finales. Como puede observarse en las respuestas a las preguntas abordadas en este documento, creemos que las interpretaciones de Elena G. de White sobre las profecías son sólidas y siguen siendo relevantes e instructivas para la Iglesia. 

6. ¿La interpretación adventista de Apocalipsis 13 es anticatólica? 

Elena G. de White reconoce que los hijos de Dios están presentes en todas las denominaciones, incluida la Iglesia Católica. En el párrafo 4 del Manuscrito 14 de 1887, se lee: “No deberíamos crear sin necesidad prejuicios en sus mentes [de los católicos] al atacarlos en forma sorpresiva. (…) Tomando en cuenta lo que Dios me ha mostrado, un gran número de católicos será salvo.  

No debemos crear prejuicios en sus mentes [de los católicos] innecesariamente, haciendo campaña contra ellos… Por lo que el Señor me ha mostrado, sé que un gran número de católicos será salvo”5. En otro lugar, ella afirma: “Entre ellos [católicos] hay muchos que son cristianos muy concienzudos: andan según toda la luz que brilla sobre ellos, y Dios obrará en su favor”6. Con estas declaraciones, es evidente que Elena G. de White no era en absoluto anticatólica. Del mismo modo, debe señalarse que ella se posicionó en la misma dirección de la Reforma Protestante. Consideraba que el sistema doctrinal católico, como la misa y otros sacramentos, era incoherente con la fe en Cristo y con el principio de la Sola Scriptura. Además, entendía que la estructura de autoridad de la Iglesia Católica se opone directamente a la Biblia y a su autoridad. Por lo tanto, la interpretación de Elena G. de White sobre Apocalipsis 13 es coherente con la teología adventista y con la interpretación historicista de las profecías de Daniel y Apocalipsis. 

7. Algunos han conjeturado que ni la Biblia ni Elena G. de White realmente respaldan la interpretación adventista que señala que la adoración del sábado frente a la del domingo será un problema en los últimos tiempos. ¿Existen pruebas recientes que apoyen la interpretación adventista? 

En primer lugar, debemos ser muy cautelosos al estudiar las profecías bíblicas no cumplidas y debemos resistir la tentación de interpretar las Escrituras a través del prisma de los últimos titulares de la prensa oral y escrita. Al interpretar la Biblia, debemos seguir principios sólidos de interpretación bíblica y prestar especial atención al texto bíblico.7 La sugerencia de que las cinco declaraciones de Elena G. de White no reflejan la realidad de la Iglesia Católica después del Concilio Vaticano II, es decir, que dichas declaraciones estaban condicionadas por las circunstancias del tiempo de Elena G. de White y, por lo tanto, no podrían aplicarse a nuestro contexto y situación actuales, requiere una evaluación más detallada. 

Aunque el Concilio Vaticano II proporcionó una mayor tolerancia por parte de la Iglesia Católica hacia otros grupos religiosos,8 no hubo ningún cambio en la doctrina, incluida su posición sobre la importancia de santificar el domingo como día de culto. De hecho, la interpretación adventista de las profecías de Daniel y Apocalipsis, además de las declaraciones de Elena G. de White sobre este asunto, parece cada vez más convincente. Por ejemplo, el papa Juan Pablo II, en su carta apostólica Dies Domini, sección 67, afirma que “es natural que los cristianos procuren que, incluso en las circunstancias especiales de nuestro tiempo, la legislación civil tenga en cuenta su deber de santificar el domingo”, y añade que los cristianos se abstendrán “de trabajos y negocios incompatibles con la santificación del día del Señor”.9 

Durante su pontificado, el papa Francisco declaró lo siguiente, en la sección 13 de su carta encíclica Laudato Si’: “El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, ya que sabemos que las cosas pueden cambiar”. Ese desarrollo, según el papa Francisco, incluye la restauración de la vida espiritual, teniendo como centro la Eucaristía y el domingo como día universal de descanso y, así, experimentar esa restauración. La importancia de la santificación del domingo y la obligación de participar en la misa dominical también se destacan en el catecismo católico: “Todo cristiano debe evitar imponer a otros, sin necesidad, aquello que pueda impedirles guardar el Día del Señor. […] A pesar de las presiones de orden económico, los poderes públicos se preocuparán por asegurar a los ciudadanos un tiempo destinado al descanso y al culto divino. Los empleadores tienen una obligación análoga para con sus empleados” (sección 2187).10 

El papel unificador del domingo también es reconocido por los líderes ortodoxos. En una edición de la revista Sunday Magazine (2015), el reverendo ortodoxo Dr. Demetrio E. Tonias describió el “domingo como la marca de la unión cristiana” (pp. 6, 7). Por lo tanto, no es de sorprender que los políticos promuevan algunas de estas ideas e incluso hayan convocado a la asistencia obligatoria a la iglesia en domingo, además de promulgar leyes dominicales más estrictas. Y esto no ocurre únicamente en los Estados Unidos. La poderosa Alianza Europea para los Domingos está presionando por leyes dominicales más estrictas en los países de la Unión Europea. 

Aunque estos acontecimientos son señales de los tiempos del fin y merecen nuestra atenta consideración, es posible que no constituyan el cumplimiento final de lo profetizado en las Escrituras y en los escritos de Elena G. de White. Sin embargo, ciertamente proveen una estructura dentro de la cual esas cuestiones pueden desarrollarse de forma creíble en un tiempo relativamente corto. 

Conclusión 

Como adventistas, nuestra misión es predicar el evangelio eterno al mundo, el cual se centra en el sacrificio único de Cristo en la cruz, el don gratuito de su justicia y su ministerio de intercesión y juicio en el santuario celestial. Nuestra tarea especial en los últimos tiempos se enfoca en la proclamación de los tres mensajes angélicos con el objetivo de preparar a las personas para el pronto regreso de Cristo. Una parte esencial de estos mensajes es nuestra comprensión profética de los acontecimientos de los últimos días. Aunque no debemos involucrarnos en especulaciones que nos desvíen de esta misión, los eventos actuales tienden a confirmar nuestra comprensión. Estamos convencidos de que los mensajes proféticos de Dios, tal como se revelan en la Biblia y en los escritos de Elena G. de White, son correctos y proporcionan un escenario cada vez más consistente a medida que nos acercamos a los acontecimientos finales que han sido divinamente revelados, aunque no podamos determinar con precisión cuándo ocurrirán estos eventos. Nuestro enfoque debe permanecer en la misión de la iglesia, fortaleciendo a la familia, involucrándonos en la evangelización y reflejando a Jesús en nuestra vida. 

A medida que las condiciones del mundo se desarrollan y continuamos estudiando las profecías bíblicas en busca de orientación, especialmente las de Daniel y Apocalipsis, nuestra comprensión de los eventos del tiempo del fin se volverá más clara. Los escritos de Elena G. de White también son un recurso importante que esclarece estas profecías. Para obtener más información sobre estos y otros temas importantes, el lector puede encontrar útil la sección “Materials” (Materiales, en español) de la página web del Instituto de Investigación Bíblica: https://adventistbiblicalresearch.org 

Referencias  

1 Para un análisis detallado del significado del número 666, incluyendo una perspectiva bastante completa de las diversas interpretaciones a lo largo de la historia, ver Edwin de Kock, “The Number of the Beast”, en la Encyclopedia of Seventh-day Adventists, https://encyclopedia.adventist.org/article?id=5FP8 (consultada el 22 de mayo de 2021). Gran parte del presente material fue extraído de dicho documento. 

2 Elena G. White, Manuscrito 15 de 1850, párrafo 5-7. 

3 Elena G. White, El conflicto de los siglos, p. 564. Disponible en: https://m.egwwritings.org/es/book/1710.2585#2585  Vea también: The Spirit of Prophecy, v. 4, p. 233, https://m.egwwritings.org/en/book/ 140.913#913 (consultado el 24 de junio de 2021), p. 396, https://m.egwwritings.org/en/book/140.1513#1513  (consultado el 24 de junio de 2021). Para una explicación bíblica más detallada de estas afirmaciones, véase el “Apéndice”, n.º 8, https://m.egwwritings.org/es/book/1710.3084#3084  (consultado em 24 de junio de 2021). 

4 Elena G. White, Eventos de los últimos días, p. 189. Disponible en: https://m.egwwritings.org/es/book/1709.1401#1401    

5 Elena G. White, Sermones escogidos, t. 2, p. 59. Disponible en: https://m.egwwritings.org/es/book/14383.317#317  

6 Elena G. White, Servicio Cristiano, p. 287. Disponible en https://m.egwwritings.org/es/book/1779.1759#1759  

7 Frank M. Hasel, ed., Biblical Hermeneutics: An Adventist Approach (Silver Spring, MD: Biblical Research Institute/Review & Herald Academic, 2020). La edición en español de este libro será publicada el próximo año por la Asociación Publicadora de la División Interamericana. 

8 Para un análisis histórico y teológico cuidadoso y bien documentado de la evolución reciente de la Iglesia Católica Romana, consulte los dos artículos de Hans Heinz, “Roman Catholicism: Continuity and Change”, Reflections: The BRI Newsletter 59 (julio de 2017): 1-11; Hans Heinz, “The Roman Catholic Church – Continuity and Change: The Pontificate of John Paul II, Benedict XVI, and Francis”, Reflections: The BRI Newsletter 64 (Octubre, 2018): 1-7. 

9https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/apost_letters/1998/documents/hf_jp-ii_apl_05071998_dies-domini.html  (consultado el 22 de junio de 2021). 

10 Catecismo da Igreja Católica, “Dia de graça e de descanso”, seção 2187. Ver también las secciones 2176, 2177, 2182 y 2184. Disponible en https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s2c1a3_sp.html  

11http://www.europeansundayalliance.eu/site/home  (consultado el 22 de junio de 2021). Según su propia descripción, “la Alianza Europea para los Domingos [el descanso dominical] es una red de organizaciones ‘ad hoc’, sindicatos, comunidades religiosas y asociaciones civiles comprometidas en promover la sincronización del tiempo libre como un valor fundamental para la sociedad europea. El domingo y, en general, los horarios de trabajo dignos son el centro de nuestras campañas”. La Alianza Europea para los Domingos está asociada con aproximadamente 83 organizaciones de toda Europa, así como con 25 organizaciones colaboradoras. Sobre la creciente influencia del papado en Europa, véase Giuliana Chamedes., A Twentieth-Century Crusade: The Vatican’s Battle to Remake Christian Europe (Cambridge, MA: Harvard University Press, 2019). 

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