Orientaciones sobre prevención, corrección y restauración en situaciones de abuso y
acoso sexual para la Iglesia Adventista del Séptimo Día
“No envidies a los violentos, ni optes por andar en sus caminos. Porque el Señor aborrece al
perverso, pero al íntegro le brinda su amistad” (Proverbios 3:31, 32).
La Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene profundo respeto por la vida y por la dignidad
humana y, desde su organización, enseña principios que valoran a niños, adolescentes,
jóvenes, adultos y ancianos. Eso también involucra a la sexualidad, considerada un don de Dios
dentro del contexto de amor y confianza mutua entre un hombre y una mujer, expresados en el matrimonio.
“No es propósito de Dios que ser humano alguno someta su mente y su voluntad al gobierno de otro
para llegar a ser instrumento pasivo en sus manos. Nadie debe sumergir su individualidad en la de otro”
(Elena de White, Mente, carácter y personalidad t. 2, p. 346).
Este documento propone acciones con respecto a la prevención del abuso y el acoso sexual en el contexto de
instituciones y templos adventistas del séptimo día, así como procedimientos
administrativos relacionados al agresor y de restauración con respecto a la víctima. La Iglesia
Adventista del Séptimo Día, por razones bíblicas, teológicas, éticas y
legales, no tolera ningún acto considerado de naturaleza pecaminosa y criminal.
Esta declaración comprende cuatro áreas: acciones de prevención, acciones de
comunicación, acciones de corrección, y acciones de atención, cuidado y
restauración.
Acciones de prevención
- Realizar el proyecto Basta de silencio en todas las iglesias y grupos en el territorio de la División
Sudamericana. - Preparar materiales específicos para la Escuela Sabática de menores, Conquistadores y
Aventureros con la finalidad de enseñar sobre la prevención del abuso y acoso sexual. - Capacitar a los capellanes, profesores, padres y alumnos de la Red de Educación Adventista a
identificar y enviar a la posible víctima de abuso o acoso sexual a que reciba la atención
adecuada. - Prohibir que en actividades de la iglesia los niños duerman en cuartos o carpas con otros adultos a
menos que sean sus padres o tutores legales. - Divulgar y distribuir folletos y revistas, para diferentes grupos de edad, con canales para la denuncia de
abuso y acoso sexual, de manera que se alcance a la comunidad. - Apoyar a las escuelas con presentaciones y foros de prevención y concientización para alumnos,
padres y educadores. - Concientizar a los niños con respecto a la relación con personas de otro grupo de edad, para
mantener una cierta distancia física, enseñándoles a: a) no aceptar invitaciones de
extraños, b) no aceptar alimentos de extraños, c) no conversar solos con extraños, d)
no permitir que ninguna persona toque su cuerpo de forma que le provoque incomodidad o vergüenza, e) no
mostrar y no permitir que tomen fotos de las partes íntimas de su cuerpo, f) contar a una persona de
confianza cuando sean intimidados o abusados por alguien. - Promover la especialidad del Club de Conquistadores que trata sobre sexualidad humana para enseñar a
los niños a reconocer y protegerse de un abuso o acoso sexual. - Orientar sobre a quién se debe recurrir en caso de abuso y acoso sexual y enfatizar por qué es
importante denunciar estos crímenes. - Realizar cursos y seminarios para líderes con orientaciones sobre la prevención del abuso y
acoso sexual contra adultos y niños. - Investir en las clases de liderazgo del Club de Conquistadores y Aventureros a personas evaluadas de acuerdo
con la legislación de protección del niño y del adolescente de su respectivo
país. - Enfatizar que no está permitida ninguna actividad oficial externa de las congregaciones locales que
involucre la participación de menores de edad sin el voto de aprobación de la junta de iglesia
y la autorización de los padres o responsables legales. - Reafirmar el principio de que una persona que haya sufrido reprensión en cualquier instancia judicial
relacionada con cualquier tipo de abuso sexual de menores jamás puede ejercer funciones de liderazgo.
Acciones de comunicación
- Divulgar los sitios con materiales de combate a la violencia y vulnerabilidad del proyecto Basta de
Silencio: quebrandoosilencio.org (portugués) y www.bastadesilencio.org (español). - Publicar de forma regular contenido de cuño educativo y que ofrezca herramientas para que las
víctimas identifiquen la agresión y tengan recursos para hacer la denuncia a los
órganos responsables (Policía, Ministerio Público y Justicia) en el sitio del proyecto
y en los perfiles institucionales de las redes sociales. - Capacitar educadores, padres, y miembros por medio de videos y transmisiones en vivo por internet, para que
sepan actuar frente a situaciones de acoso y abuso sexual. - Incluir, en las principales publicaciones impresas y digitales, informaciones útiles que traten sobre
prevención y combate al acoso y abuso sexual. - Añadir capítulos y secciones especiales, con orientaciones preventivas sobre los temas del
abuso y del acoso sexual, en manuales y materiales direccionados a los diversos públicos de la
iglesia. - Promover de forma intencional la inclusión del día oficial de Basta de Silencio en los
calendarios de los estados y municipios, a fin de estimular acciones continuas de prevención y apoyo
a las víctimas. - Compartir materiales de apoyo:
- Video sobre prevención de abuso infantil:
- Video sobre prevención de abusos en escuelas:
- Entrevistas especiales sobre la problemática del abuso y del acoso:
Acciones de corrección
Viendo los riesgos y el sufrimiento que son parte del proceso de abuso, la Iglesia Adventista recomienda las
siguientes acciones:
- Asegurar la defensa y la protección inmediata de las víctimas en caso de abuso o acoso in
fraganti en instituciones adventistas. - Relatar cualquier acto sospechoso al abogado general de la institución involucrada, al momento de
tener la información de una denuncia o confirmación de abuso. - Comunicar el caso de abuso y acoso a las autoridades competentes (Policía, Ministerio Público
u órganos del Poder Judicial) por medio de la administración y del departamento
jurídico de la institución. - Investigar las denuncias anónimas o identificadas, bajo la supervisión de la
administración de la organización involucrada y de su abogado general. - Llevar al conocimiento del pastor distrital cualquier caso de abuso o acoso sexual ocurrido en los templos.
Él deberá reportar el asunto a los líderes de su sede administrativa. - Aplicar disciplina eclesiástica a miembros que hayan cometido acoso y/o abuso de acuerdo a lo
establecido en el Manual de la Iglesia, en las páginas 60, 61 y 65. El documento declara
como una de las razones para aplicar disciplina, en el ítem 3, páginas 60 y 61: “La
violación del mandamiento de la ley de Dios que expresa: “No cometerás adulterio”
(Éxo. 20:14; Mat. 5:27, 28), en lo que concierne a la institución matrimonial y el hogar
cristiano, estándares bíblicos de conducta moral, y cualquier acto de intimidad sexual fuera
de una relación matrimonial y/o actos de conducta sexual no consensuados dentro del matrimonio, ya
sea que esos actos sean legales o ilegales. Esos actos incluyen, pero no se limitan a, el abuso sexual
infantil y de personas vulnerables de cualquier edad”. - Reforzar las determinaciones que tratan de las sanciones a obreros y empleados, para los casos de abuso y
acoso sexual, dentro de los criterios especificados en los Reglamentos
Eclesiástico-Administrativos, en el ítem E 87, bajo el título Conducta
sexual inapropiada involucrando obreros de la Iglesia y voluntarios (páginas 342 a 345),
donde, por ejemplo, se dice que: “La Iglesia Adventista del Séptimo Día nunca tolera una
conducta sexual inapropiada. Los obreros y voluntarios son investidos con responsabilidades sagradas que
incluyen abstenerse de conducta sexual inapropiada. Se espera que las personas que actúan en esas
funciones no se involucren en ese comportamiento” (Reglamentos
Eclesiástico-Administrativos, 2019, p. 342). - En casos de denuncias que puedan ser comprobadas, la persona acusada de abuso o acoso deberá ser
apartada inmediatamente de sus funciones, ya sea en las instituciones o en la iglesia local.
Acciones de atención, cuidado y restauración
- Establecer canales de comunicación abiertos con los alumnos, profesores y servidores de la Red de
Educación Adventista que proporcionen información sobre el asunto. - Desarrollar programas de consejería psicológica con estudiantes del curso de Psicología
de la Red de Educación Adventista para dar apoyo a quien ha sufrido violencia sexual. - Promover acciones que favorezcan la concientización del problema y ofrezcan herramientas para lidiar
con la situación en todas las esferas de actuación de la Iglesia Adventista. - Atender y encaminar a los centros de apoyo psicológico, hospitales, autoridades policiales o consejo
tutelar a las víctimas de acoso y abuso que buscan ayuda de la Iglesia Adventista, por medio de
sociedades con entidades y órganos públicos o privados. - Ofrecer atención espiritual a las víctimas y familiares que estén sufriendo
consecuencias de abuso sexual.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día refuerza su misión, protegiendo a los que sufren y
actuando para recuperar a víctimas y agresores. Al fundamentar sus acciones en los consejos de la Biblia
y al proceder en armonía con las legislaciones existentes sobre el tema, la Iglesia cumple sus
responsabilidades con relación al abuso y acoso sexual, enfatizando siempre la protección y
restauración de las víctimas.
“Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a
ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas” (Mateo 7:12).