UN PUEBLOconectado con la Biblia

Hay una palabra que resume la visión adventista de lo que hay más allá de los males de este mundo: esperanza. Los adventistas muestran una sincera alegría por la vida, y la razón de ello es la certeza que tienen sobre el regreso de Jesús, que pondrá fin a todo el dolor y las limitaciones humanas. Esta certeza también define a la denominación. Sus miembros son adventistas precisamente porque creen en el advenimiento de Cristo.

La adición de la expresión séptimo día identifica la creencia en el sábado bíblico como día establecido para la relación con Dios y el trabajo solidario en favor de las personas, lo que añade calidad al estilo de vida y fortalece la fe.

La Biblia presenta al sábado como el memorial de la creación de la vida, que sostiene que “en seis días hizo el Señor el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el séptimo día: por eso bendijo el Señor el día de reposo y lo santificó” (Éxodo 20:11). Desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado (como leemos en Levítico 23:32), el séptimo día sigue siendo un tiempo reservado para el culto y la comunión con Dios y para el servicio al prójimo.

CÓMO EMPEZÓ TODO

En el siglo XIX, el mundo experimentó un renacimiento religioso profético. En Sudamérica, el sacerdote jesuita Manuel Lacunza escribió un libro sobre el regreso de Jesús. En Europa, predicadores como el judeocristiano Joseph Wolff también hicieron hincapié en esta creencia.

En Estados Unidos, el predicador bautista Guillermo Miller fue quien dio gran impulso al movimiento que esperaba el regreso de Cristo. En 1818, mientras estudiaba la Biblia, Miller se dio cuenta de que Jesús regresaría entre la primavera de 1843 y 1844. La noticia se difundió rápidamente y el número de seguidores creció con rapidez. Los milleritas, como llegaron a ser conocidos, creían que la purificación del santuario mencionada en el capítulo 8 del libro del profeta Daniel era la segunda venida de Jesús. Miles de personas esperaban con impaciencia el día en que entrarían en la gloria celestial. Pero el período pasó y nada sucedió.

Sin embargo, en agosto de 1844, Samuel Snow ofreció una explicación al respecto. Según el calendario judío, la profecía se cumpliría el 22 de octubre, cuando se celebraría el Día de la Expiación. Así que esta sería la fecha de la segunda venida, pero ha pasado a la historia como el día del Gran Chasco.

Como resultado, el movimiento se fragmentó en tres grupos: uno continuó fijando nuevas fechas; otro se hizo incrédulo; y el tercero persistió en el estudio de la Biblia. Este último grupo llegó a la conclusión de que la fecha era correcta, pero que había un error en la interpretación de la profecía, porque el santuario purificado en aquella ocasión era el celestial, y no el terrenal (Hebreos 9:22-24). Según esta interpretación, Cristo pasó del lugar santo al lugar santísimo en el santuario celestial, donde desde entonces actúa como intercesor y juez de todos los seres humanos. De este último grupo surgió oficialmente la Iglesia Adventista del Séptimo Día en 1863.

El mensaje presentado por la Iglesia Adventista llegó a Sudamérica a finales del siglo XIX.

En Argentina, colportores (vendedores de literatura religiosa) como Albert Stauffer y Frank Westphal, el primer pastor adventista que trabajó en el continente, compartieron los principios de salud y los grandes mensajes que se encuentran en la Biblia. Poco a poco, se extendió a otras naciones vecinas, lo que propició el crecimiento del número de miembros y de la organización institucional. Desde 1976, la sede administrativa de la denominación para ocho países sudamericanos se encuentra en Brasilia, Distrito Federal, en el corazón de Brasil. Su sede mundial, que dirige las acciones en todo el planeta, está en Maryland, Washington, en los Estados Unidos.

PIONEROS DE LA
IGLESIA ADVENTISTA
del SÉPTIMO DÍA

ELENA
WHITE

PIONEROS DE LA
IGLESIA ADVENTISTA
EN SUDAMÉRICA

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NOSSO NOME

O logotipo da Igreja Adventista reforça aspectos fundamentais de sua identidade e missão. Também destaca crenças e sua base bíblica, que apontam para o plano de Deus para a humanidade e o papel redentor de Cristo. 

MISSÃO, MÉTODO E VISÃO

A missão da Igreja Adventista do Sétimo Dia é comunicar o evangelho eterno do amor de Deus a todas as pessoas. Para isso, se vale do Ministério da Pregação, do Ensino e Social e de Saúde. Eles são baseados no ministério do próprio Jesus.  

Você precisa saber

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ESTRUCTURA organizacional

Desde la iglesia local hasta la sede mundial, conoce los niveles administrativos que trabajan para fortalecer la fe, la enseñanza de la Biblia y para apoyar distintas iniciativas dirigidas a los miembros, los vecinos y la sociedad.

MISIÓN y
servicio

Uno de los principales frentes en los que trabajan los adventistas es precisamente la asistencia social y humanitaria a miles de personas, lo que está en sintonía con el ministerio del propio Cristo.